domingo, 4 de enero de 2015

De momento me vinieron las ganas de escribir. Es, tal vez, ese algo que me dice por dentro: 'ey! lo hiciste! ya lo lograste; demostraste, argumentaste.' Pasa que en realidad siento una calma, una satisfacción extraña. Aún después de aporreado por el día, mi mente activa. -lo sé. ese mezcal y la pipa; juntos tienen el equilibrio para la sangre-.

Y al final, a quiénes escribo. ¿En quiénes, realmente, termino pensando? ¿Para (qué)(quién) escribo? En realidad Alma tiene razón. Así el enunciado; así el reconocimiento de la razón ajena y su sentencia. En muchas tiene razón; descubre dibujos extraños, es astuta obersvadora de escenarios vírgenes en la idiosincracia de este mal tecleador. Se ha metido dentro de la cueva del Lobo y lo ha saludado con una sonrisa, así... de uñas pintadas y pelo como lava; de extrañas ideas y cálidas sonrisas;  una libertad libre de prejuicios que viene añadiendo nuevos elementos al paradigma y aún persiste ese nudo que ahoga esporádicamente el paso de oxígeno. Quizá es por eso que ahora lo escribo, porque sé lo que ahora significa para mí; como si estuviese desatando el nudo, poco a poco, bajándolo con el Zacatecano y este humo (y está música distractora)...

[ -y el sueño interrumpe aqui-. ]

Texto escrito entre febrero y marzo de 2013, escrito pensando en quien ahora amo.
Miguel Aram.



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