sábado, 24 de mayo de 2014

salir, salir, salir!


Quisiera escribir más de lo que pienso que debería; al menos redactar con mayor fluidez lo que me gustaría. Sólo dejo constancia de que, a 134 días de mi operación, ya voy cada vez explorando (nuevamente) los vaivenes de los pequeños y grandes viajes. En mi recorrido me acompaña Alma, la lente de mi cámara y la lesión entumida que me recuerda todo el tiempo que no debo excederme.

A minutos de salirme a Gdl para pasar una noche fuera de casa, en otro clima, con otros colores, bajo un sol distinto y entre nubes extrañas y gruesas que empañen la noche de algo similar a lo que algún día fueron mis tiempos de no hacer nada. Sólo busco disfrutar mi presente, mi vida, mi entorno. Y sí, van ya dos fines de semana seguidos que hago esto. ¿Será un esfuerzo inconsciente por recuperar el tiempo perdido? ¿Será acaso que mi columna se niega a permanecer en estado delicado? ¿Soy tan necio al respecto? Uno nunca sabe.

De momento me queda claro que esto es lo que quiero hacer, así por placer... Aunque no tenga sentido ir y venir y arriesgar. Aunque tenga incluso que hacer malabares con los pesos y los centavos, porque esto es lo que me tocó. Quiero salir (salir y re-conocer todo) con la debida precaución de saber que una rehabilitación no es mascar chicles, pero tampoco tiene que ser caminar sobre vidrios rotos y carbón encendido. Del otro lado de la puerta de esta casa, me espera una oportunidad nueva para vivir. Eso es rehabilitarme.

Y pareciera que todo me tiene inquieto: los planes y los proyectos me rodean, me envuelven, toman mis sentidos por sorpresa, mantienen mi expectativa en alerta. :o que busco es quizá poder conversar conmigo mismo aprovechando los diferentes escenarios. Entre el incidente de prescripción de ejecución de sentencia mercantil ejecutiva, el estado de los tortugos, el potencial desorden de Káiser, la permanente compañía de Alma, el proceso de admisión al posgrado, la inactividad docente como consencuencia de mi retiro de la Uni(va), la inestabilidad económica y laboral, el crecimiento de proyectos que requieren un esfuerzo personal y económico al que no estaba acostumbrado y muchas otras tantas cosas que no tiene sentido enlistar aqui (pues no es el propósito de este post), lo que quiero es entregarme a cualquier cosa, y hacia allá voy!

P.d. También deseaba dejar una breve constancia de mi fin de semana pasado, en el que acampé por primera vez con Alma y por primera vez después de mi operación, y por primera vez en ese lugar y acompañándola a ella en su primera vez... Todo se redescubre cuando el amor rodea la vida con sus alas de fénix. Sí, me siento feliz por todo, porque esta es mi realidad y es afortunada. Gracias (de nuevo).