miércoles, 4 de agosto de 2010

Nobody said it was easy...

Durante muchos días me hice creer a mi mismo que sería una desición fácil. En realidad se me ha complicado bastante y eso que apenas han pasado horas contadas, un par de días... (Ella me diría: "Ni aguantas nada..." Ja!) Es dificil tener a las personas que uno más quiere lejos, en otros continentes, en otros países, a muchas horas de distancia, enterrados bajo tierra... Y mantener el contacto con algunos de ellos por msn y/o skype =/ A veces pareciera una ilusión. Pero uno mantiene las cosas en el mejor estado posible porque se sabe que allí, en esa relación, en esa amistad, en esa reciprocidad, en ese baile inmenso de las emociones, unos cuantos minutos, unas cuantas horas de conversación larga y pausada y gestos inexplicables, y abrazos y risas y miradas y compañía y llanto injustificado y confesiones desastrozas valen la pena la espera de todo el tiempo que sea necesario.

Pero, que ocurre cuando todo eso se va consumiendo poco a poco? Que pasa cuando empieza todo a convertirse en ruinas (de lo que alguna vez fue un templo, un espacio sagrado donde reinaba la armonía)? El tiempo y la distancia tambien erosionan las relaciones. Y me topo a mí mismo dándome cuenta de que no soy ya para nada lo que alguna vez fui, lo que quisiera ser. En vez de risas hay molestias; en lugar de emociones, hay abstinencia de compartirlas; en lugar de confianza hay deshonestidad; en vez de cariño hay rechazo... Uno llega a sentirse reralmente mal de pensar que podría ser la causa de los malestares y desestabilidades de una persona a la que se ama. Y quiza en circunstancias como ésta deberíamos aprender a decidir la permanencia o la ausencia, la lejanía, la inactividad, la ruptura de la comunicación. Qué caso tiene prolongar una miseria?

Quién puede decir qué es mejor? Quizá sólo el tiempo, quizá sólo el tiempo dirá si la desición fue la correcta. Yo logro comprender que esto se trata de una apuesta. Apostar al bienestar, apostar a que las cosas sean mejores, a que los eventos sean más placenteros, a que la vida (en general) sea mejor, sin la carga de ese "amigo" que ya no te hace sentir bien, que ya no te aporta nada. No hay ninguna necesidad de aferrarase a algo que se está hundiendo.

Uno siente cuando estorba. No hace falta que nadie nos lo diga, que nadie nos señale cómo y por qué es que estamos estorbando, uno lo siente, lo sabe, lo percibe con toda claridad. Una razón más para decidir alejarse. Por un lado, dejas de estorbar y por otro, te evitas el desagrado de darte cuenta de que ya no eres nadie para esa persona que alguna vez te quiso tanto. Existe una razón por la que "A" es parte de la vida de "B"; existe una razón por la que "C" y "D" mantienen una relación en completa armonía, honesta, recíproca, llena de confianza y cariño... De igual manera existe un motivo por el que "C" y "R" (por decir..) intentarán estar juntos tantas y tantas veces sin lograr realmente lo que sus vidas quieren. Existen razones por las que "E" y "F" se pelearán y dejarán de hablar el resto de su vida y obviamente "G" y "J" serán personas intrascedententes el uno para el otro. A "H" y a "V" siempre se les extrañará aunque se sepa que nunca se les podrá volver a ver. Así como existe todo eso, seguramente habrá una razón por la que "M" haya decidido olvidar a "A" y esa razón, no es intrínseca a la desición, sino que formará parte de la vida, de la vida en general: Simplemente así es como tenía que ser. La razón (comprobada) de esa desición vendrá con el tiempo.

Nobody said it was easy... pero es necesario. De lo contrario aquello se hundirá más y más, hasta que terminemos ahogados en el mar de nuestro error.