viernes, 24 de agosto de 2012

'lo político'

Me cuesta trabajo escribir como quisiera, buscar la forma de que las palabras digan exactamente todo aquello en lo que mi menté ya pensó y divagó. Nunca me había interesado 'la política'; he sido apático a los procesos electorales en mi país, he anulado en más de una ocasión mi voto e ignorado todo el proceso en anteriores ocasiones, por una simple razón: no creo en el sistema. No se si decir que tengo la fortuna o la desgracia de conocer los aspectos jurídico-políticos que condicionan al Estado, pero con todas las letras que conforman su enunciado, puedo claramente decir que en México no hay legitimidad, sin lo que es imposible que exista la democracia. Si acaso, a lo mucho que llegamos es a tener un sistema de 'partidocracia' mal habida y que ha envenenado profundamente a nuestra Nación, si acaso...

Incluso yo me sorprendo de observame sentado dedicando mis minutos a hablar de política. Sin embargo, en este año, en esta ocasión, en este proceso electoral, bajo las circunstancias actuales en las que me encuentro, tan sólo hablo sobre 'lo político', que es un concepto teórico diferente. Esto a lo que nosotros llamamos 'política' es un concepto equivocado, secuestrado por los partidos, repetido de forma incongruente y hasta el cansancio por los candidatos a los puestos de elección popular, tergiversado por los medios de comuniación, malinterpretado por muchos, incomprendido por la éltie política que ostenta el poder público y lo ejerce en forma inadecuada. Me queda claro que todos somos políticos, ser 'político' es una cualidad inherente de la condición humana. Qué razón tenía Artistóteles cuando nos clasificó como animales políticos (amplíese por favor el concepto de 'animal' no sólo por los aspectos biológicos, sino hasta por la falta de razón y el exceso de estupidez que caracteríza a los humanos). Y bueno, si esto es así, ¿por qué nos cuesta tanto trabajo como sociedad hacer política con sentido, congruencia, valores y razón?

Soy de los que piensa que muy poco, o casi nada, cambiará en los próximos seis años a raíz de las elecciones que tenemos hoy, y no porque no considere que las cosas deban cambiar, sino porque no asocio el concepto de cambio a los procesos electorales, mucho menos a los partidos políticos. No existe una varita mágica para que la situación jurídica, política, económica, social, cultural y teleológica (etcéteras, por favor) cambie de un momento a otro. Pertenezco a esa pequeña parte de los ciudadanos que creemos que el cambio se construye de otras maneras, con otros procesos -internos, personales, colectivos, sociales-. La lucha está allá afuera, en la periferia del sistema del que formamos parte, en todas las pequeñas y grandes cosas que deben verdaderamente cambiar. No son los partidos políticos, no es la alternancia de colores, no son los candidatos: ninguno de ellos representa nada.

...Y sin embargo, no dejamos de ser 'políticos', en tanto que buscamos los acuerdos necesarios para trascender en sociedad.



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