Parece mentira, pero ya van varias veces que me lo dicen: "Eres muy intenso" Y esto de alguna u otra forma comienza a preocuparme. Después de darle muchas vueltas a esta idea y de discutirlo con sabias peronas, empiezo a ver las cosas desde otro punto de vista, quiza MI punto de vista, pero igual centrado en los aspectos cardinales de la lógica. Hay varias formas de interpretar esta acusación ('eres muy intenso').
Según el diccionario, del adjetivo 'intenso', 1) es el grado de fuerza con el que se manifiesta un agente natural, una magnitud física, una cualidad, una expresión, etc... 2) Vehemencia de los afectos del ánimo. Para efectos prácticos me quedaré simplemente con el la parte final del primer significado, porque precisamente en esa línea es que me han dicho que padezco de intensidad crónica. Tengo un marcado, significativo, elevado, considerable, singular, particular, desafiante (?), exagerado, incomprendido, desagradable (?), extraordinario "grado de fuerza con el que se manifiesta una (mi forma de) expresión..."
Y entonces después analizo si en realidad eso es algo malo o algo por lo que debería de preocuparme. Eso de "muy" intenso es el parámetro por medio del cual se mide el grado de fuerza con el que yo manifiesto una expresión. Aunque ese "muy" es algo totalmente ambiguo y no corresponde a un sistema de medición válido, haré, por esta ocasión, la excepción de suponer que se trata de un valor alto. Es decir, que el prefijo "muy" intenso, afirma que mi grado de fuerza para manifestar mis expresiones, está sobre el común de los demás grados de fuerza de manifestación de las personas en general.
Bueno. Ahora, a qué me lleva todo esto? Acaso tanta verborrea es el claro ejemplo de mi intensidad manifiesta? Después de haberlo pensado y hablado bastante, llegué a la conclusión de que yo sólo puedo concebir el calificativo 'intenso' como una prueba de pasión por las cosas. Cuáles cosas? Las que sean, las que sean que a cada quien le causen ese ípmetu de empaparse de las expresiones que nos llenan y mueven por dentro, de sumergirse en los mares de lo desconocido con la única intensión de explorarlo todo a pulmón lleno, de adentrarse en los laberintos de aquello que nos provoca una sensación única. Esa es la definición de intensidad con la que me gustaría quedarme (a falta de que alguien me explique mejor lo enormemente equivocado que estoy). La intensidad no es más que ese montón de terminales nerviosas que se estimulan (grado de fuerza manifiesto) cuando escuchamos algo, cuando vemos, tocamos, probamos algo, cuando nos enteramos, pensamos o nos acordamos de algo (expresión). La intensidad es el nivel de conexión que nuestro mundo interior tiene con el exterior. Eso es la intensidad. Y ahora que lo pienso con la debida calma y a la luz de nuevas corrientes ideológicas, es una sensación agradable sentirme intenso, porque sé que mi mundo interior está verdaderamente conectado con los sucesos externos que, de alguna u otra forma, invaden el ámbito de sensaciones y emociones que yo puedo sentir. Lo mismo me pasa con las diversas formas de expresión humana... Me sucede igual con la literatura, me sucede igual con la música, con la pintura, con la fotografía, con la arquitectura, con el cine. Hay algo en todo eso que mueve sensaciones y emociones importantes de mí, sacude terminales nerviosas y toca puntos específicos y entonces, quizá reacciono de manera intensa ante todo eso. Por lo menos sé que no estoy excento de sentir lo que ocurre a mi alrededor, que no me inmuto ante las diversas circunstancias que me afectan. Sé que puedo sentir la (in)justicia en sus diversas formas de expresión y apasionarme por defenderla o señalarla; sé que puedo sentir la intensidad en los colores de las estrellas representadas en el cuadro de Van Gogh (De Sterrenatch), porque así fueron pintadas; sé que puedo revolcarme en la pasión con la que fue escrito 'El Lobo Estepario' de Hermann Hesse e impactarme por lo sencillo y complejo del trabajo fotográfico de Korda y la melodía única de Radiohead o Pink Floyd. Tu, que te dices no ser intens@, o serlo mucho menos, ¿puedes sentir todo eso de la misma forma?
viernes, 24 de agosto de 2012
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