Se me dificulta tanto ponerme a escribir sobre 'este proceso'. No
encuentro el tiempo, ni las letras, ni la forma... ni siquiera se qué
quiero decir, no tengo certeza de si realmente deseo expresar algo. A
veces creo que he tenido tan poco tiempo para mí que se repite la
historia de la lejanía con el yo aquel (el otro). A veces también
pienso que simple y sencillamente así es como ha venido a ser: esta
maraña de cosas que me mantienen fuera de los espacios como éste,
escribiendo como ahora, revisando fotografías como el tiempo lo requiere
y determinando lo que ahora me pasa por la mente y el alma; como si
debiera hacerlo.
No hay mucho qué decir. Sólo navego,
sin rumbo, sin saber expresar lo que ocurre en el entorno. Quizá estoy
distraído, quizá -tan sólo- más concentrado que nunca. De cualquier
forma, en el vaivén de los días, hay imágenes que se van quedando
grabadas; son como el nuevo paisaje de la cotidianeidad, pintado de
aquellos pequeños detalles que hacen la vida y, como siempre, gana el impulso de dedicarle un tiempo a la medicina,
Aqui dejo -en la misma- dos de ellas; son el aderezo de los días
con viento: la palma. Por momentos pareciera que susurra voces, olas y ríos con el viento de la tarde; en otras ocasiones pareciése sólo dispuesta a brillar nocturna en el silencio, para ladrarle obscenidades a la noche.
: )
domingo, 2 de diciembre de 2012
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