El rojo 14 de Febrero [V parte I]

Nunca me ha gustado esta fecha. Ahora tengo razones para despreciarla aún más. El pasado 14 de Febrero se tiñó de rojo, pero no fue el clásico 'rouge amore' lo que caracterizó a este día, sino la noticia de tu partida. Morir es retirarse, hacerse a un lado, ocultarse un momento, quedarse quieto... Bien lo dijo Sabines: Morir es sólo eso. Al instante preciso de tu muerte, tu sólo te has quedado quieta para mí, para muchos más. Quieta al fin, con la quietud que en el algún momento ansiábamos de ti pues varios temíamos a tu activa actividad. Ahora al fin descansas, por fin estás con la paz con la que mereces estar. Tú ya no sufrirás más ni tendrás más preocupaciones, ni tendrás que soportar los látigos del desamor y la decepción, ya no sentirás nada que te agobie, sólo tendrás paz y tranquilidad, y aún así, lejos de decir que estas ausente, puedo asegurar que para mí, estas ahora más presente que nunca. Y es precisamente que me siento así respecto de ti, que no pretendo hablar aquí de la forma en la que te fuiste (me sobra indignación para plasmarla con palabras...) sino de la forma en la que te encarnaste en mí, de la forma en la que poco a poco te fuiste depositando en mi interior. Alguna vez, platicando tu y yo, caímos en la cuenta y coincidimos en que estábamos destinados a conocernos (una jugada del destino) de alguna u otra forma, los vínculos entre nosotros fueron surgiendo uno a uno. Agradezco que te conozco desde hace ya varios años y que a lo largo de este tiempo pudimos fomentar nuestra amistad. Así que, no creo que sea posible que puedas abandonarme tan fácilmente, no igual a como has abandonado tu cuerpo... Ese caparazón tuyo de piel y hueso ya no pudo soportar más lo inmenso de tu alma y al final cedió al espacio para liberar tu esencia. Creo, chaparrita, que tus pensamientos y sentimientos eran demasiado grandes para tu estatura y complección. Sólo te apartaste un poco, pero sigues estando, clavada como estaca en mis (y los de muchos) recuerdos. Tu sabes que estarás en cientos lugares, gracias a miles de situaciones diversas, estarás viviendo eternamente en todo. Todo Manzanillo huele a ti, está impregnado de tu aroma. Guadalajara aún guarda pinceladas de la felicidad que ibas por la vida repartiendo a cada instante. Cannibal Corpse, Slayer y Iron Maiden (entre otras bandas, seguramente) conservan junto a su música el vaivén de tu cabello dorado al ritmo del 'headbanging'... Maruata, El Faro, La María, Carrizalillos, Guanatos, La Yerbabuena, todo y todos fueron escenarios para ti. En todos los lugares fuiste dejando tu semilla, al igual que la dejaste en todos nosotros, en todos lo que te conocimos, en los que tuvimos el placer de convivir y compartir con alguien tan única como tu, con una mujer tan especial como pocas hay en el mundo. Güerita de sangre violeta, chaparrita de gigantes ideas, con tanta luminicidad emanada de ti, era de esperarse que vistieras el camuflaje del cuero negro, de las botas y las playeras oscuras. Siempre fuiste una guerrillera, una combatiente incansable de la fiesta y sus algoritmos y rincones inexplorados, una verdadera apasionada de la vida, de la noche, de la música, de los viajes. Nunca fuiste de un solo lugar, eras la amante de la aventura y la confidente del exquisito arte del 'ir, llegar, estar, mudar e irse'. Yo no puedo recordar oportunidades que no le hayas arrebatado a la vida, nuevas experiencias a las que hayas dicho 'no', propuestas en las que no hayas invertido tu corazón completo para obtener tus propias metas. Quizá el mayor homenaje que puedas recibir sea el ejemplo de tu vida misma, la garra que le imprimiste al inevitable infortunio y la cantidad de camino que recorriste y labraste con tus propios pasos. Yo sólo puedo rendirte el homenaje de prometer recordarte siempre, no porque te has ido, ni mucho por la forma en la que lo hiciste, sino solamente por el amor, confianza, cariño, respeto y amistad que pudimos cosechar juntos. Tú no he has ido chaparrita, no para mí... Te quiero y seguirás viviendo en los muchos recuerdos que tengo de ti.

"Tras la muerte, para las grandes personas están reservados los grandes lugares. Ese gran lugar es un regalo... Ese regalo es el de permanecer en los corazones de los que te han querido. Eso es ser eterno y la eternidad es inmortal" [Said Ibn Abdulsalam]