En seis meses se contienen 180 días (aproximadamente), 4320 horas, 259200 minutos y un poco más de 15 millones de segundos. Aunque hay de '6 meses' a '6 meses' y en la mayoría de los casos, las circunstancias rebasan el factor puramente temporal, para convertirlo en una situación de tiempo espacio profundidad masa densidad contenido imaginación textura lingüística álgebra sustento emoción exposición y cuerpo. Seis meses rebasan por mucho el significado -aún el más elaborado- que pueda atribuírsele y precisamente no es mi intención definirlo, sino citarlo.
Estos seis meses de realidad
sui generis se formaron por 500 noches sin luna, 27 días lluviosos, 20 días nublados, 90 días de sol; 2100 horas de calor y sudor, de imaginación que vuela por la esfera de lo indescriptible; 600000 segundos de nado a profundidad en los mares más extensos -que son los del propio ser humano-; 4 días de raciocinio y 190 días de abandono a la razón.
En seis meses se abren ochenta y siete puertas y se cierran sólo veinte, se descubre que el valor de las cosas en realidad otro y el peso de los objetos cambia constantemente a voluntad de la mente: así lo que antes no pesaba ahora pesa y viceversa. En seis meses las canciones desaparecen, las palabras dejan de tener sentido y los números pierden su valor exacto (porque 2 + 1 no es igual a 3, sino a 2; 3 - 1 no es igual a 2, sino a 1; y la suma del segundo valor de la primera operación, más la suma del segundo valor de la segunda operación es igual a un todo cuyo número es incalculable). En 6 meses se liberan pueblos y se oprimen masas, se destruye la teoría de la relatividad y la ley de la gravedad deja de funcionar, la teoría de la evolución de las especies resulta incompleta, deficiente y poco creíble y los conceptos del fundamento teórico marxista parecen contradecirse a sí mismos. En seis meses se mueren 26 personas y nacen 13, de los cuales se espera que vivan sólo la tercera parte de lo que vivieron las 26 fallecidas, menos la suma del número de llantos que se produjeron por sus muertes, es decir, no vivirán más que 6 meses, porque al final de cuentas la vida no puede medirse por la cantidad de células que rondan por nuestra habitación interna, sino por la cantidad de células que nos abandonaron para formar parte de otro cuerpo. En seis meses se puede no comer durante 30 días, no dormir durante 20 y no pensar durante 10, pero no se puede dejar de sentir.
Seis meses bastan para que nazcan 345 suspiros, se produzcan 500 gemidos por excitación sexual, se den 666 besos, se dibujen 93 sonrisas y se regalen 1000 caricias. En seis meses, el número de gemidos, más el número de besos, entre el número de sueños comunes nos da como resultado la cantidad de orgasmos que pueden sentirse -como mínimo-. Seis meses son suficientes para que nazcan miles de ideas nuevas sobre el mundo, pero no es posible comprender ni siquiera el 1% de todas las que rondan una mente retorcida como esta.
Por lo demás, seis meses son iguales a todos los demás: Nacen y mueren personas, se caen cielos, se elevan estrellas, se consumen 111 cajetillas de cigarros, se bebe 222 litros de alcohol, se contagian los cuerpos, se inflama la carne, se venden sueños a granel en las tiendas de abarrotes, se evapora el agua, se condensan los gases de la atmósfera, el sonido huye, el silencio permanece, el viento sopla, la tierra se moja, los árboles crecen hacia el interior de la tierra, el mar deja de sonar, el río deja de correr, la luna deja de iluminar, desaparecen las cabeceras de las camas, se humedecen las sábanas, los niños ríen, los adultos lloran, los animales juegan, las plantas se consagran a una vida de prisión en el espacio que ocupan, los barcos zarpan, los aviones se estrellan, el clima enloquece, enloquecen las personas, el tiempo se cansa de nunca poder detenerse, el espacio se frustra de no poder ser más de lo que ya esta destinado a ser, la comida se pudre, Dios se ausenta, Dios regresa, nuevas estrellas nacen, hoyos negros se crean en el universo, las formas cambian, la gente muta, se diversifican las ideas, amores nacen, amores se extinguen, se glorifican las relaciones sexuales, los besos dejan de ser secos, el pensamiento de uno sobre el otro resulta ser siempre una constante, se violan las leyes, se transgreden los principios fundamentales de convivencia y armonía, edificios se caen, esculturas de destruyen, pinturas se esfuman, se queman los libros, se quema el interior de los cuerpos, se nos cae la piel, nos crece el cabello y tu y yo seguimos infectados por la obsesión contagiosa que nos produce querer ser uno mismo y a pesar de que las leyes de la física lo impiden -o tratan de impedirlo- la física no existe en estos seis meses.
Lo nuestro es la formación de un nuevo universo, una formación similar a la que ocurre con el crecimiento de las nebulosas (que curiosamente, también tardan exactamente seis meses en crearse...), una formación en la que participan las reacciones químicas, la falta de física y el cuerpo de dos personas, algo que, en el lo que duran los seis meses ya se parece a esto...